De la teoría a la praxis como del conflicto al crimen,
de Apolo a Dionisos como de la Ley a la pendencia.
Del plectro a la espada como de la franqueza a la zanzamanga,
de la paz umbilical al pescozón neonatal como del loor a la infamia.
Así el desdén y la arrogancia descompusieron la órbita celeste,
así bebimos el inmenso océano hasta los posos,
atragantósenos el horizonte y se escurrió entrañas abajo la peste.
Legitimose la fuerza encarnada en tribunales y audiencias
y diose licencia a la insidia aviesa de tábanos leguleyos para que,
a golpe de mancuerda, dictaran condenas antes que sentencias.
Mito de la inocencia y de la venda que nubla el prejuicio del togado
que retoza en la querella sin procurar concilio, sindéresis de escualo,
que pasó su infancia desmoñando viejas con pronóstico reservado.
Las musas olvidadas en el gineceo y, en una mano, la maza;
en la otra, la quijada del pleito primigenio y fraterno
presto solo a la indulgencia cicatera y frailesca cuando
ahíto de contrición y súplica del que comparece a modo de carnaza.
La justicia es una manía propia de gorilas que entre los hombres
devino voluble, malsana y pertinaz emoción antes que eficaz coartada.